KIAN:
Puedo sentirlo. El hedor del desorden, el eco del desafío, el veneno de la insubordinación en el aire. Es una enfermedad que carcome lo que debería ser sólido, un tumor que debe ser extirpado antes de que crezca más. Estas criaturas, estas crías, no entienden lo que significa la verdadera fuerza. No respetan el equilibrio que solo un Alfa Real puede traer. No ven mi poder.
Y eso es un error que no pienso tolerar. Mi vínculo con Kaesar es absoluto, una relación entre la humanidad y la bestia. Nuestros pensamientos son uno, pero en este momento, él me deja el control. Lo sabe. Lo siente. Esto es lo que somos. Necesitan a la bestia que los someta. Soy Kian, el Alfa Real, el lobo que domina todas las tierras. No hay criatura en este mundo que no se incline ante mí. Y estos insensatos necesitan recordarlo. ¿Quieren una lección? Entonces se la daré, la más