KAESAR:
La tregua parecía haber terminado. Me levanté despacio para encarar a mi beta, y fue entonces cuando vi al beta de mi luna detrás, con la cabeza baja. Ella, al verlo, vino enseguida con preocupación, dejando atrás su risa maravillosa de hacía unos momentos.
—¿Qué sucede? —preguntó Kaela—. Rouf, ¿encontraste a tu hijo? —Ese es uno de los puntos que quieren discutir en el consejo —contestó, con los hombros caídos—. Consideran que es un traidor porque acaban de encontrarlo en compañía de Nina, la arteona. Ella jura que lo encontró muy mal herido en el campo y que lo escondió para salvarlo. Mi hijo sigue inconsciente, pero otros aseguran que estaba con los arteones cuando atacaron y que está embrujado. Pero yo le juro que mi hijo jamás la traicionaría, ni siquiera embrujado. <