POV HERNÁN
Al otro día, tratamos de fingir volver a la normalidad. Todavía tengo un par de semanas para dejar la empresa en orden, aunque la verdad, ahora con Clara a mi lado, ya me da igual lo que suceda en este lugar.
Ayer volví a mi casa en el mundo humano luego de asegurarme de que Marina ya estaba mejor, y tuve que llamar a mi madre para pedirle disculpas sobre nuestra desaparición y explicarle lo que sucedió. Por suerte, lo entendió y no hizo muchas preguntas.
Tanto Marcos como yo vamos a comenzar a investigar y seguir el rastro del tal Alan Uyina, pero por ahora, voy a citar a Daniel a mi oficina y comentarle todo lo que sucedió. Al pobre lo tengo abandonado y se está haciendo cargo de todo mientras no estoy, debería darle unas vacaciones.
Cuando Daniel llega a mi oficina, lo invito a sentarse y cierro la puerta para asegurarme de que no nos interrumpan. Su expresión es seria, consciente de que lo que voy a decirle no es una simple actualización de la empresa.
—Daniel, necesito