El sonido tenue del despertador vibra sobre la mesa de noche. Ethan lo apaga con rapidez, temiendo despertar a Clara, que aún duerme envuelta en las sábanas. La observa unos segundos en silencio, respirando profundo.
Su cuerpo todavía guarda el calor de la noche anterior, de los besos y caricias compartidas. Se inclina para depositar un beso en su frente, con el corazón latiendo fuerte.
Una parte de él no quiere irse y dejarla, quería hablar con ella sibre el comportamiento que había tenido el día anterior, pero la otra parte, sentía la necesidad imperiosa de marcharse y regresar a casa para encontrarse con su Clara, la de siempre.
No le molestaba que ella quisiera besarlo, o tener una noche entera de pasión, al contrario, le hubiese encantado; lo que sucedía era que no la notaba como siempre y temía que su salud mental estuviera en juego.
No quiere irse, pero la reunión con los inversionistas lo espera.
Se viste sin hacer ruido, toma su maletín y se marcha, dejándola dormir.
La sal