Mundo ficciónIniciar sesión—Acelera nuestro divorcio. Eso es todo.
Valentina continuó subiendo. Su respiración era agitada, tratando de evitar que las emociones explotaran. Hablar con Alejandro siempre se sentía como contener una brasa en el pecho, quemando sin cesar. Todo el maltrato de ese hombre siempre regresaba, una y otra vez en su cabeza.
Desde abajo, Alejandro habló de nuevo. —¿Es verdad... que no hay ninguna oportunidad para que yo demuestre que quiero cambiar?
Valentina se detuvo unos cuantos escalones más arriba. Se giró lentamente. El ceño fruncido era más profundo, mostrando todo el cansancio que reprimía.
Alejandro subió dos escalones a la vez, hasta quedar justo delante de ella. Cerca. Demasiado cerca.
El cuerpo de Valentina se tensó, pero Alejandro no retrocedió. Sabía que no era un momento para la ternura; era un momento para la honestidad desnuda.







