Me dije a mí misma que era una actuación, que estaba manipulando a los delincuentes.
―¿Bromeas? Te casaste con una treintañera pobre. Esto no fue un matrimonio concertado ―intervino el hombre.¿Cómo sabían tanto de la situación? Sin contar lo ofensivos que eran. ¿Cómo qué treintañera pobre?Si era pobre, también treintañera. Pero no era necesario que lo mencionarán, y menos de esa forma.―No, no fue un matrimonio concertado, fue un matrimonio forzoso. La mujer que tienen en su poder, yo la obligué a casarse conmigo ―Se atrevió a dar otro paso, pero esta vez no dijeron nada. Estaban enfrascados en su explicación―. ¿Por qué? Porque quería hacerla sufrir, es mi venganza. Puedo hacer lo que quiera con ella.Era tan convincente su forma de hablar, que me costaba pensar que estaba mintiendo.Me abofetee mentalmente al estar dudando de él. Porque a pesar que nuestro matrimonio había comenzado con fines vengativos, hoy en día era re