Sentía las manos de Derek sobre mi cuerpo, tanteando con desesperación. Lo que no sentía eran mis pies. No había dolor, no tenía ninguna sensación. Bajé la vista y fui consciente de los latidos de mi corazón.
Mis pies estaban bien, sin sangre, sin heridas. Los moví, porque aún no podía creer lo que veía. «Estaba bien» A Derek eso no pareció serle suficiente, me quitó el calzado y pasó su mano por la zona. Al confirmar mi estado, le lanzó una mirada cargada de odio al enmascarado. ―¿Piensas que soy estúpido? El Derek Fisher que conozco, nos habría dejado pensar que ella significaba algo para ti, para usarla como escudo, ya que a cualquier desobediencia, la mataría primero. En cambio, quisiste alejarla del peligro usando la psicología inversa conmigo ―El hombre ladeó la cabeza―. ¿Creíste que caería en tu mentira tan fácilmente? Pude ver los músculos de su mandíbula tensarse. Evidentemente, e