Llevaba años soñando con este momento.
Derek me dedicó una mueca de diversión antes de volverse a la arpía.―El golpe te lo daba ella o te lo daba yo, saliste ganando.La nariz de la mujer comenzó a chorrear sangre y no nos pudo importar menos.―¿No fue suficiente haberme apiadado de ti y de tu tío? Debí quitarles todo desde el principio ―añadió Derek, ignorando la sangre que brotaba sin cesar.―Mantuvimos nuestra palabra y no dejamos filtrar la información de esta mujer ―habló con la mano sobre la nariz―. Aceptamos tu trato después de lo ocurrido en el club campestre, más nadie se enteró de quién era tu esposa.―Vaya, muchas gracias. Entonces olvidaré el hecho que trataste de matarnos porque mantuviste tu puta boca cerrada ante los medios de comunicación ―La voz de mi esposo era el sarcasmo puro.El silencio se prolongó por unos segundos. Katy respiró con esfuerzo y miró al frente.―Yo te amaba ―La voz l