—¡Piero, cállate! —gritó Rafael.
—Piero, Rafael es mi amigo, y siempre será asì, entre él y yo no hay màs que una gran amistad y lealtad.
Piero estaba enojado.
—Tarde o temprano, Leander te lastimará, ¡es un Moctezuma!
Elisa sonriò.
—Pues te equivocas, Leander no me va a lastimar, y no, no es un Moctezuma. Para que lo sepas, Leander no es hijo de Sonia Moctezuma, ella lo adoptó cuando èl era aún bebé.
—¡¿Qué?! —exclamaron los hombres al unísono.
—¡Eso lo cambia todo! —exclamó Piero contento.
Elisa recibió una llamada, se despidió de todos y tomó sus maletas, nadie pudo detenerla.
—Vuelve cuando quieras, Elisa. Las puertas de la mansión siempre estarán abiertas para ti —Elisa dio un abrazo a Rafael y salió de la mansión.
Valeria los mirò de lejos.
«¿acaso ella es la dueña del corazón de Rafael?», pensó.
Elisa salió de ahí, luego de despedirse de Paula González. Al salir sonriò al ver a su esposo ahí.
—¿Qué pasó?
—¿Volverás a mi lado?
—Lo haré.
—Iremos a la mansión González, mamá… quiero