31. Vanessa
Jayden Bowen
Apenas Margot me dice cuál es su segunda condición me tengo que obligar a apretar los labios para no reírme.
Desde el momento en que ella me dijo que habría condiciones, ya me estaba imaginando de que esta sería una de esas. Sin embargo, no soy del tipo de hombre que necesite un acuerdo de por medio para poder estar con una mujer, así que esto nunca me preocupó. Pero como decía mi padre, es mejor prevenir que lamentar, así que prefiero aclarar mi punto.
— Y yo no pienso poner el sexo como un condicionante, así que por eso no debes preocuparte, bella Margot.
No me pasa por alto la sorpresa y luego el recelo que se filtra en sus ojos y no se si eso debe ofenderme o no, pero lo dejo pasar porque aún no he terminado.
—Sin embargo, tampoco será una prohibición, porque, si de algo estoy seguro, es que tú y yo vamos a ensuciarnos un poco.
Ver como el pecho de Margot sube y baja, afectado ante mis palabras, es de las mejores cosas que me han pasado en un tiempo. Y ¡joder! tendrí