32. No la voy a dejar
Jayden
Veo como Vanessa, me mira sonriendo como si venir a mi lugar no fuera para nada raro. Como si verla o tener contacto no fuera de por si algo inusual y yo no se cómo reacciónar exactamente, porque, a pesar de las intenciones de mi madre y de que ahora mismo estoy decepcionado de no estar viendo una sexy melena pelirroja, la chica frente a mi nunca me ha hecho nada, ni me ha exigido, como mi madre, un matrimonio por haber tenido sexo con ella. Y es por eso y solo por eso que evito soltar algo grosero.
—Vanessa, qué sorpresa. No recuerdo haberte dado mi dirección.—Bueno, tal vez no pude evitar del todo ser borde, pero lo hice lo mejor que pude. Pero tampoco puedo fingir que no me jode que esté invadiendo mi privacidad, porque ¡Hola! si alguien no te dice donde vive es sencillamente porque no quiere que lo visites. Además, creo que tendré una larga charla con los vigilantes, porque ella no es una persona autorizada.
Mis palabras parecen haberla pillado por sorpresa y no entiendo po