Yura:
Sentía como si me estuvieran arrancando el alma, mi espíritu se aferraba a mi cuánto podía, intentando regresar al lugar del que nunca debió ser arrancado. El vacío en mi pecho se hizo tan grande que casi era sofocante, ella me estaba arrebatando mi identidad y yo no podía hacer nada.
-Mocezi, - grite, o tal vez esa fue mi impresión, porque sentí que lo hice con todas mis fuerzas, pero ningún sonido abandono mi boca.
Era como si le hubiera quitado el sonido a mi voz o simplemente me haya quedado muda, mi mente replicaba desesperada el nombre de mi espíritu animal, en un intento vago por contactarla de manera telepática, sin éxito.
-Mocezi,- está vez si logré emitir sonido, uno desgarrado y agónico, ella no me escucho, Ululo tan fuerte llamando la atención de Marlo y por un momento tuve esperanza hasta que la sonrisa de Favela se torno tan oscura que entendí que ese había sido el objetivo.
La puerta se azotó con brusquedad y la voz amenazante de Marlo lleno la habitació