Ella asiente con la cabeza en señal de afirmación. “Te veré por la mañana. Me voy a dormir”.
Cuando se da la vuelta y se aleja, extraño su presencia. Daisy, en las tres semanas que llevamos viviendo juntas, ha trastocado mi vida ordenada y ahora estoy a punto de añadirle más cosas con un hijo.
DAISY
Como había prometido, Collin aparece en mi escritorio con un sobre en la mano. Pasó la mañana fuera de la oficina con su abogado.
‘‘¿Daisy? ‘‘dice, de pie en la puerta.
‘‘Collin, ¿necesitas algo? ‘‘pregunto, haciéndole señas para que entre y ofreciéndole el asiento frente a mi escritorio.
Mira a su alrededor y entra, cerrando la puerta tras de sí. Lleva un gran sobre marrón.
Espero a que se sienta cómodo.
“Tengo el borrador inicial de nuestro contrato para que lo revises”, afirma, inclinándose hacia delante y colocando el sobre sobre el escritorio. “Mi abogado me ha dicho que si tienes alguna pregunta, estará encantado de repasarla contigo. Si no, puedes llevárselo a tu propio abogado”.
Su