Han sido unos meses bastante agitados, entre el trabajo, el hospital, la escuela de Ethan y su adaptación, gracias al apoyo de de mi amiga y también la de Kim, no puedo negar que estuvo en todo lo que le permiti, no protestaba por nada, el solo se limitaba a ayudarme con lo que se refería al cachorro.Aun me cuesta estar a su lado, me pongo nerviosa cada vez que lo veo, solo sentir su aroma hace que mi cuerpo entero tiemble, trato de mantener la calma y el no coopera, cada vez que tiene una oportunidad deja en claro lo que aún siente por mi, yo solo trato de evadir todo lo que tenga que ver con ese tema.Por otro lado Alice se ha mantenido alejada de nosotros y no nos ha molestado, mi padre se encuentra un poco mejor desde que le aumentaron las sesiones de hemodiálisis, al menos su aspecto no se ve tan mal, aunque en espera de un donante todavía.En el trabajo me va bien, mi jefe es bastante flexible y atento, aunque a veces me parece que más de lo que debería, siempre está pendiente
Sus penetrantes ojos se veían aún más oscuros, su mirada me hacía sentir pánico, en ese momento temía por mi seguridad, su rostro se había transformado completamente.Observaba aquellos negros orbes sin poder mover un músculo siquiera, cuando sentí un fuerte y doloroso apretón en mi brazo derecho, acción que hizo que desviara mi mirada al lugar donde el mantenía su mano.– Con que Alfa te andas revolcando? – me preguntaba con la voz aún más grave de lo normal.– No me he acostado con nadie, estaba trabajando – conteste.– Y porque apestas a Alfa? – dijo sacudiendo mi cuerpo.– Eso no te importa, yo a ti no te tengo que dar explicación alguna – le respondí desafiante, se que no es una muy buena idea en el estado en el que Kim se encuentra pero ya estoy cansada de que me llame "PUTA", al final no a cambiado como pensé o más bien quiso hacerme ver.De pronto mi cuerpo fue pegado a la pared violentamente, recibiendo un golpe en mi hombro en el proceso, algo que hizo que me quejara.– Ay…
Luar corría sin rumbo mientras gritaba el nombre de su pequeño, manteniendo la esperanza de que aún estuviese cerca de la escuela, según la maestra hacía solo unos minutos que Alice se lo había llevado.Había llamado a su amiga y está ya estaba de camino, la Omega miraba dentro de cada cafetería y tienda que se encontraba a su paso y sin saber qué más hacer agarró el teléfono marcando el número de Kim.– La loca de tu esposa tiene a mi hijo – gritó en cuanto el aparato fue descolgado sin siquiera dejarlo hablar.– ¿Cómo? – preguntaba confundido el Alfa.– Que Alice tiene a Ethan – le repitió una vez más en su desesperación.– ¿Dónde estás? – preguntaba Collins tratando de mantener la calma debido a lo que acababa de escuchar.– No se, cerca de la escuela, estoy…– Mándame tu ubicación, voy saliendo para allá – diciéndole esto el Alfa colgó, tomo sus cosas y salió de la empresa a toda prisa.La preocupación de Kim iba en aumento solo de imaginar lo que podría hacerle Alice a su hijo po
Oliver Collins mantenía una mirada invasiva sobre la omega, repasando de arriba abajo cada detalle de la chica, acción que generaba qué Luar comenzará a encontrarse aún más incómoda, el Alfa la observaba fijamente y de una manera intensa.La Omega podía sentirse completamente desnuda ante aquellos ojos lascivos, jamás en su vida se había sentido tan vulgar, sucia tan reducida a nada, empezaba a sentirse aturdida debido a que Oliver hacía que su ya fuerte aroma a madera se sintiera cada vez más intenso.– Nana lleva al pequeño a la cocina y prepara algo para que meriende – ordenó Oliver.– No señor gracias – dijo Luar como pudo, sintiendose mareada ante aquel olor – Ya nos vamos.– Haz lo que te ordene – habló el Alfa imponente sin tomarle ninguna importancia a lo que acaba de decir Luar.A la beta no le quedó más remedio que hacer lo que se le había dicho, mirando con curiosidad al alfa, tratando de entender que planeaba el señor Collins, llevaba demasiados años al lado de ese hombre
Ahora me encontraba en el supermercado haciendo las compras de la semana cuando de repente mi teléfono comenzó a sonar, era mi jefe, que quería ahora este hombre, ya mi jornada laboral había concluido y bastante tarde por cierto.—Diga jefe.—Te necesito ahora aquí, ya.— Pero...Ni siquiera dejo que contestara para ese entonces ya me había colgado.Mi jefe es un tipo muy exigente, que no entiende razones algunas, muchas veces suele ser cruel, en el poco tiempo que llevo trabajando para él he podido ver cómo ha despedido a varios de mis compañeros por pequeños errores.Debido a eso trato siempre de tener las cosas antes de que me las pida y si no lo hago a una velocidad de la luz y lo más perfecto posible, a veces me asombro de todo lo que logró hacer, lo menos que necesito es ser despedida. Hace un año mi padre fue echado de la empresa en la que trabajaba, acusado de haber robado, aunque no lo encarcelaron tiene que pagar ese dinero pero nadie le da trabajo, mi madre se enfermó deb
Hoy me tocaba trabajar pero no me presente, no se si fue miedo o el odio que sentía por mi jefe, al insinuar que era una puta barata que se acostaba con cualquiera, sentía deseos de matarlo, destrozarlo con mis propias manos, pero cuando la imagen y el recuerdo de aquel ardiente beso llegaba a mis pensamientos sentía como mi cara ardía, sentía el calor recorrer mi cuerpo y aquello me avergonzaba, no sé qué pasaba conmigo, jamás he sido así.He tenido un solo novio desde que tenía 16 años y hace solo dos años rompimos, Andrew ha sido el único alfa con el que he estado, pero aquella actitud autoritaria de mi jefe me ponía mal y no puedo negarlo.—Aaaaaah—grité frustrada— ¿Qué sucede contigo Luar?—me preguntaba.Decidí llamar a una pizzería para poder comer algo porque no creía poder cocinar nada en el estado en que me encontraba, tome el teléfono y así lo hice, a los pocos minutos sentí el timbre de mi departamento sonar, era extraño que la pizza llegara tan rápido pero no le di importa
Me despertó el dolor y la luz que entraba por mi ventana, me levanté con dificultad, miré a mi alrededor y solo pude encontrar una pequeña nota que me dejó mi jefe junto a la cama.Hoy puedes tener el día libre.Mi corazón se aceleró al recordar que había dormido con mi jefe toda la noche, aún podía sentir su aroma en mi.Intenté apartar mi mente del anillo... ¿Se va a casar el jefe?No quería hacer nada, por lo que me pase el día tirada en el sofá viendo la tele.Vivía la esperanza de que en algún momento mi jefe me enviara un mensaje o me llamara, pero nada sucedió.El sueño me venció y me quedé dormida cuando de repente mi teléfono comenzó a sonar, me desperté y fui a parar al suelo debido al susto.—Aaaaaaah, es mi jefe—grite, me estaba llamando, trate de calmar mis nervios y descolgar el teléfono.—Si señor Collins—debía escucharme tranquila y desinteresada.—Pasaré por su departamento Luar, estoy cerca de allí—me sentí como tonta, aaaaaah, qué estúpida era cuando se trataba de
Aparté a mi jefe con todas mis fuerzas, ahora era como un lobo peligroso, respiré hondo y levanté la cabeza.—Estoy segura jefe, además, aquí menciona que usted está comprometido y se va a casar, que vendría siendo yo, solo una puta?—cruzando mis brazos— Pues sabe que le digo, que no, además señor aunque yo aceptará venderme—deje escapar un suspiro, estaba a punto de perder los estribos por tan descabellada idea—Nunca me atrevería a acercarme a su Omega, yo se cual es mi lugar y no creo tener la autoestima tan baja, por eso mismo no acepto esta desfachatez—dije sonando lo más segura posible.—Mi compromiso es algo aparte, son solo negocios, nos conocemos hace tiempo y quién mejor para unir mi vida que a la persona que te conoce bien, pero ese no es el tema aquí, solo lealo mejor, tendrá bastantes ventajas ser mi Puta como usted dijo, que no lo trataría así—en sus labios se reflejaba claramente una sonrisa ladina.—Yo no quiero nada de usted.—¿Segura Luar? Todos tienen un precio—sus p