2.ª parte, continuación la novela "LO SIENTO AMOR" TU PADRE ES MEJOR AMANTE QUE TÚ Albert Collins profesor conoce a Dianne Carter su dolor cabeza, lo provoca con travesuras, desobediencia, pero ella no conoce el límite de paciencia que tiene Él y no se imagina que así como ella se enamoró de Él, su profesor también, pero hará que ella aprenda a obedecer las órdenes de sus superiores, narrada por el profesor y todo lo que tuvo que soportar por su inocente alumna rebelde, hija de una prodigio que logro que el padre de su novio se enamorara de ella y ahora son muy felices
Ler maisSIPNOSIS
Hola me llamo Albert Collins tengo 28 años y soy profesor de Literatura en un Colegio prestigioso, llegue a vivir en un departamento lujoso porque mi familia es humildemente millonaria y pues soy el único hijo que prefirió estudiar Letras y Filosofía y no la Carrera Contable como mis dos hermanos mayores que son los que están al frente de las empresas familiares, mis padres ya se retiraron a disfrutar su vida con paseos alrededor del mundo. Me recriminan que trabajo en un puesto muy bajo para mi categoría, pero es que esta es mi vocación y me gusta mi trabajo.
Mis hermanos me comprenden, recibo un mensual con una jugosa cantidad, tengo mi auto Ferrari, mi ropa de marca, tarjetas de crédito, tengo todo para vivir holgadamente y sin trabajar, pero la vocación de enseñar es tan fuerte que simplemente lo hago y así conseguí este empleo de Profesor
Pero no me arrepiento porque por esta linda vocación, conocí a quién me removería el tapete, ya había tenido muchas novias que llegaron a mi cama en la segunda salida, pues, era muy fogoso, lo que no sabía era que el destino me puso en mi camino a la lujuria en persona, pero a la vez inocente y rebelde que me sacó canas verdes a mi vida y esta es la historia que les contaré de Dianne Carter. Mi Inocente Alumna Rebelde.
Me desperté como todos los días a las 5 am, me estiré en mi rica cama, oh si, mi amada camita bella, abracé mi almohada la verdad tenía sueño, pero era mi primer día en el colegio donde debía dar mis clases, me deslicé hacia el suelo gatee un poco y ya me levante a bañarme para quitarme el sueño y la pereza, mi madre decía que yo era grandote bueno ser grandote al tener 2,10 mt creo que tenía razón, las tardes iba al Gym a tonificar mis músculos quería que las damiselas tengan buena carne para disfrutar.
Me vestí con mi camisa azul marino, mi corbata azul oscura, pantalones y saco azul oscuro, revisé mi cabello, mi perfume y bajé a desayunar me recibió mi bella nana, no se rían, todavía tenía nana, cuando me fui de casa para tener la mía me siguió se llama Marina, sé que me ama como un hijo y me consiente, al verla la salude
—Hola, mi nana bella —ella al verme me abrazo y me beso en la mejilla diciendo
—Buenos días, mi amorcito, te hice tus panqueques favoritos con miel y jugo de naranja, pero primero comete la ensalada de frutas
La observé con amor, me cuida tanto y conteste
—Si mi nana bella —me comí todo y agradecí la comida.
Subí a mi auto y ahora si rumbo a lo que me gusta mucho, enseñar, esa es mi vocación iba muy contento, ya había estado de profesor en varias instituciones, pero mis padres me consiguieron acá porque según ellos eran colegios de baja categoría, pero en fin lo que quería era desempeñar mi rol de profesor lo que más amaba.
Llegue al colegio, estaban formados en el patio llegue ahí y estuve parado esperando para hablar con la rectora, miré a los alumnos después a los colegas profesores, en fin sentí una mirada fuerte sobre mí, seguí esa mirada y era una hermosa jovencita que se acomodaba su cabello y me sonreía, pero no perdí la compostura sabía que a lo mejor era una menor de edad y no quería problemas, así que fije mi mirada a la interlocutora que hablaba en esos momentos y olvidé a la chiquilla impertinente.
Cuando terminó me acerque a la rectora, saludamos y fuimos a rectoría, hablamos y un inspector me llevó al curso donde debía dar mi primera clase del día, pues mi horario no era tan extenso, miré y era un sexto curso, entre deje mis cosas en el escritorio y los jovencitos al verme se quedaron parados y saludaron
—Buenos días, profesor —y conteste muy serio —Buenos días, siéntense por favor
Había un papel blanco en una carpeta abierta con nombres allí, la agarre y vi que era la lista de alumnos, la deje a un lado debía presentarme primero
—Bien alumnos, mi nombre es Albert Collins, seré su profesor de Literatura, mi pénsum será el mismo que debe estar en sus libros, así que no tendremos problemas, bien tomaré lista, pasé lista y me contestaban, los miraba para ir conociéndolos cuando dije
—Dianne Carter —y me di cuenta de que era la jovencita que me comía con la mirada y contesto
—Presente para lo que usted desee profesor —los demás soltaron una pequeña risilla y yo no hice gesto alguno, simplemente seguí con la lista y la vi sentarse cruzando los brazos, los que estaban alrededor se le reían.
Comencé mi clase parece que les gusto mi tono de voz y mi manera de enseñar que me di cuenta de que me atendían con mucha curiosidad y cuando hice algunas preguntas me contestaban muy bien, sonó el timbre y me despedí saliendo del aula, llegue al principio de la escalera y me fije que estaban todos fuera del curso observándome bajar las escaleras, no le di mucha importancia a eso, cuando terminé mi clase en otra aula era la hora del receso y subí donde estaba el salón de maestros, llegue al final de las escaleras estaba virando para caminar hacia el salón y sentí una nalgada leve, me di vuelta y bajaban muchos alumnos entre ellos la que me miraba aquella de nombre Dianne iba riéndose.
Me quedé con la incógnita de que fue adrede o fue casualidad de los empujones entre ellos para bajar y yo estaba muy cerca de ellos, seguí caminando y entre al salón de maestros había refrigerios, café, gaseosas, conversé con los demás maestros, me contaron que los alumnos son bien portados, no son como en las públicas que siempre tienes problemas.
Como no tenía la primera hora después del receso me quede asomado en la baranda, se veían alumnos en el patio creo que les tocaba educación física, estaba ensimismado mirando y se escuchó un bullicio era el sexto curso que bajaban muchos y otra vez sentí la palmeada en mi nalga, miré, pero había muchos y no podía culpar a nadie solo miré que se escuchaba una leve risita entre ellos
Llegaron al patio y se formaron cuando la vi que sus ojos brillaban mirándome, Dianne, sí era ella, no disimulaba siquiera, todos sus compañeros de clase se dieron cuenta, pues, las risitas seguían, me di vuelta y salí de allí fui a la biblioteca para entretenerme hasta que llegue la hora de mi próxima clase.
Sonó de nuevo el timbre y tomé rumbo al curso donde debía impartir mis clases, fue tranquilo el ambiente muy respetuosos e inteligentes, termino la hora, salí revisando una carpeta donde puse las listas, solo tenía que firmar el registro de salida e irme.
La profesora Emma Risker que impartía Matemáticas al verme se vino junto a mí y caminamos conversando amenamente hasta llegar al salón de profesores donde vi más colegas, nos saludamos y parece que les caí muy bien, estoy feliz aquí, hago lo que me gusta y el ambiente aquí es muy hermoso o eso era lo que yo creía... Ay, mamá
Jamás imaginé que al ejercer la vocación que más me gusta iba a conocer a la señorita calamidades, hasta ahora el ambiente está bien, me siento bien, pero lo que se me venía, nunca me lo esperé ni en sueños
CINCO AÑOS DESPUÉS¡Ay, mi Dios! en estos años nos han tenido en el susto bien grande, Adam, haciendo estupideces y su esposa adorada lo castigó horrible. Es algo que jamás quiero que me pase a mí. Yo amo a mi esposa y jamás dudaría de su amor. así nos peleemos por alguna cosa trataría de solucionarlo hablandoLos hermanos gemelos de Dianne se convirtieron en galanes seductores como su padre, le sacan canas verdes a su madre y guardan un secreto que lo cobran muy bien, porque obtuvieron un Maserati cada uno, tarjetas doradas y demásAndrew casi no llega a nuestra casa de visita porque Dianne quiere interrogar a su tío sobre las andanzas de su gemelo y ellos se guardan sus cosas entre ellos, son una tumbaPero cuando hicieron la recepción de festejar la unión entre El doctor Adam Carter y su esposa Dianne Carter, todos estuvimos allí y mi esposa ni corta ni perezosa agarro a su tío llevándoselo lejos para interrogarlo y yo los miraba, Andrew movía sus manos y se rascaba la cabeza en neg
Cuando llegaron el doctor Carter y sus hijos gemelos, fue una hecatombe. Creo que no sabían de nuestra visita, pues, entraron, corriendo, riéndose y tirándose una cosa como masa celeste. El primero en entrar fue el doctor, todo manchado de esa cosa celeste y gritando—Basta, jajajaja ya basta, ya no quiero jugar a éstoooo, pareeeen jajajajaSus hijos entraron detrás de Él lanzándole esa masa pegajosa y burlándose de su padre—Papá, esto se te pega más que mi mamá, jajajaja, espera, no te atrevas, nooooEl doctor había recogido bastante masa de su cuerpo y se las lanzo a sus hijos entre risotadas, porque el otro que ingresaba recibió casi toda la masa en su cuerpo y grito—Ay, no, ya me había limpiado, papáaaa eres el colmoooo jajajajaSe escuchó un fuerte carraspeo de garganta y todos se quedaron en silencio dirigiendo la mirada para donde se escuchó ese ruido y vieron un semblante hosco, malhumorado, que hablo—Lo primero que les pedí que no ensuciaran la casa y es lo primero que hace
Yo no soy violento, pero me dolió el hecho de que trate de lastimar a quien yo más amo y que se mofe por eso y más que todo, el hecho de haber golpeado a una mujer. Respiré hondo y abrí la puerta escuchando su voz decir.—Bien caballeros se terminó la junta, quedan aprobados todos los contratos y el margen de ganancia es de más del 40 %.Y los aplausos se hicieron sonoros dentro de ese lugar, abrí más la puerta y todos me miraron, cuando sentí que alguien me agarro el brazo y escuche la voz de Carl.—Hermano espera, no lo hagas, por favor espera, tú no eres así, hablen mejor solos.Pero yo no quería escuchar nada, solo me imaginé que Lily le dijo algo. Me zafé de su brazo y caminé bufando como toro embravecido hasta donde estaba parado Damián, que al verme mi semblante dio dos pasos hacia atrás diciendo asustado.—Albert ¿Qué... qué pasa? Al... bert.Solo alcancé a gritarle mientras me le echaba encima, a golpearlo con furia.—Eres un hijo de puta, la golpeaste m****a, golpeaste a una
Nunca creí que el ir a visitar a mis hermanos me llevaría esa sorpresa porque ambos se me presentaban como los más serios y protectores hermanos, pero ya veo que la carne es débil aún para los más decentes y responsables de la familia Collins, ya me calmé un poco, pues fui para hablarles de mi problema con Dianne para que me apoyen.Ellos dos estaban frente a mí, observándome sin moverse para nada, hasta que yo comencé a decirles.—Oigan, siéntense jajajaja, no teman soy su hermano por Dios, ¿cómo creen que voy a estar acusándolos? Lo que sí me duele es la falta de confianza, se las tenían bien guardaditas jajaja.Ambos ya más tranquilos se sientan frente a mí y Carl me pregunta.—¿Qué paso hermano? Algo debe de haber pasado porque tú casi nunca vienes acá, siempre evitas venir a la empresa.Comencé a narrarles todo lo que pasó el día de ayer y mi hermano Damián a cada palabra que escuchaba hacia puños con sus manos que ya se veían los nudillos blancos de la fuerza que hacía, en cambio
NARRA ALBERTSentí que la tierra se movía como si fuera un sismo hasta que reaccioné, entonces abrí mis ojos y allí estaba ella, mi amor, observándome con esos hermosos ojos azules que tiene, se me lanzó a comerme a besos, eso es lo que más amo de ella, es impulsiva y me demuestra su amor siempre, su deseo por mí es infinito, me dijo estas hermosas palabras que me llenaron de mucho más amor.—Albert, te amo ya no quiero volver a vivir cosas malas junto a ti, deseo estar contigo para siempre, sin nada que nos separe.Comenzamos a hacer el amor, estábamos en plena calentura los dos cuando recordamos los juguetes que nos compró la doctora y yo me apresuré a usarlos con mi bella esposa. agarre sus manos y se las espose contra la parte de atrás de la cama dejando todo su hermoso cuerpo a mi disposición.Ella disfrutaba todo lo que le hacía en la cama, use la fusta pata golpearla un poco, sus reacciones me prendían cada vez más, ponerle esas pinzas en sus pezones fue fuego puro, seguí con mi
Abrí mis ojos con pereza, me estiré en mi cama. Cuando sentí que me abrazaban muy fuerte y la respiración cerca de mi nuca me erizaba mis vellitos allí, una voz susurrando.—Mi amor aquí estás junto a mí, te amo, mi pequeña rebelde.Se aspiraba el aroma a trago, lo observé con mis ojos achinados todavía, mirándolo con mi amor desbordante a Albert. Lo tenía para mí otra vez, me le eché encima para besar esos labios que me excitan sobremanera, lo apretaba con mis brazos como si quisiera fundirme con Él y no volver a separarnos.Nuestras caricias tan candentes deben de haber dejado huellas de fuego en las sábanas, nuestros besos furiosos de recuperar el tiempo perdido por personas ajenas a nuestra vida, amo a este bello hombre, quiero comérmelo a besos y le hablé.—Albert, te amo ya no quiero volver a vivir cosas malas junto a ti, deseo estar contigo para siempre, sin nada que nos separe.Me respondió lleno de deseo debido a mis besos en su cuello.—No dejaremos que nada ni nadie se entro
Último capítulo