Ema fingió estar preocupada y preguntó ansiosamente: —Hija, ¿cómo te lastimaste la mano? ¡Cuéntanos!
—Beatriz, no tengas miedo, solo dilo. ¡No dejaremos impune a quien te lastime!— Leona también fingió estar nerviosa y preguntó.
—Me encontré con Irene en el baño...— Beatriz respiró débilmente en los brazos de Alejandro, mientras dirigía una mirada llena de resentimiento hacia Clara. —Sé que a Irene no le caigo bien, así que decidí saludarla y esperaba que pudiéramos dejar atrás nuestras diferencias. Pero Irene no apreció mi gesto y empezamos a discutir.
Clara cruzó los brazos y se rio inclinando la cabeza.
Alejandro levantó la mirada y al ver que esa mujer estaba riendo, sintió un malestar en el pecho.
—Luego, cuando intentaba irme, Irene me agarró y no me dejó ir...— Beatriz no dijo más, dejando espacio para que los demás imaginaran.
¡Beatriz realmente sabe cómo sembrar discordia! Clara se rio a carcajadas, a punto de aplaudir la magnífica actuación de Beatriz.
—Entonces, ¿esta herida