A la mañana siguiente Zahra salió a cumplir con su rutina laboral.
Benjamín debió posponer sus reuniones y se dedicó a llamar a un profesional que acompañara al conserje a colocar la nueva cerradura de su departamento.
— Bueno, ésta ya estaría. ¿Precisaban algún otro cambio? — consultó el profesional al finalizar con la tarea de colocar la nueva cerradura en la puerta de Benjamín.
— De hecho… Mi vecina me dejó su llave para que también le hicieran un cambio a su cerradura— entregó la llave para que pudieran proceder con el cambio en aquella puerta y mientras el cerrajero hacía su deber, apartó al conserje para comentarle un poco mejor la situación—. Anoche apareció una persona ajena al edificio y logró entrar a su departamento. Quisiera