Fabián, su compañero de equipo, parecía tener un carácter agradable. La saludó con mucha educación, sin la menor arrogancia por el hecho de que ella no fuera famosa. Incluso la halagó, diciéndole que era hermosa y tenía mucha clase, y que esperaba aprender de ella. Exacto, el punto clave era que la había llamado hermosa y le había pedido consejo. Miranda apreciaba a la gente así: directa y que sabía ir al grano.
Sin embargo, una personalidad tan poco conflictiva como la suya no le serviría de mucho en el mundo del espectáculo. Comparado con la otra integrante de su equipo, la idol que no paraba de buscar la atención del centro del programa, Leo, Miranda calculó que, una vez emitido el programa, Fabián tendría, como mucho, la mitad de tiempo en pantalla que Elena.
Antes de la grabación, Miranda había investigado un poco sobre