Sibelle
- Estoy seguro de que quiere jugar al escondite. Ve al salón, nos uniremos a ti muy pronto.
Ella se da la vuelta para dejarnos solos en la habitación con él, ¡le habla tan amablemente! Si supiera con quién se está tratando, saldría corriendo.
- Sibelle, si no sales de tu escondite, juro que mataré a tu amiga. No le dejo decir más que salgo rápidamente. Me uno a Andréa, que tiene la cabeza agachada. Yo tomo valor y levanto la mirada hacia él, tiene una sonrisa que me da escalofríos, imagino lo que me espera.
- Entonces, querida, ¡qué buena sorpresa!
¿Es aquí donde haces las compras ahora? ¿Por qué no me dijiste que querías visitar a tu amiga? ¡No habría rechazado! Ven a darme un beso, ¡te he extrañado mucho!
Estoy en estado de alerta, estoy seguro de que sabe que estábamos intentando escapar, pero actúa como si no lo supiera. Me acerco cautelosamente a él para besarlo. Andréa aprovecha este momento para salir de la habitación. Cuando toma mis labios, recibo toda su ira, nuestro