— Entiendo y te lo agradezco — Korina trago saliva fuerte y esperaba ser lo que buscaba el jefe de ellos, de verdad necesitaba el trabajo.

— Ven conmigo —

Subiendo por el ascensor, este la miraba y tan solo quería verla llorando al esperar que le comentaran que no, más que todo fue por diversión propia.

Sin embargo, al verla nerviosa quiso medio ayudarle un poco — Escucha, no hables al menos que te pregunte algo y trata de ser bastante sería, Don Darío es frío, sin corazón y una pesadilla para muchos, calculador y despiadado cuando toma una decisión, no le agrada que lo avergüence, odia la mentira y cuando da una orden hay que captarla, ¿Cómo te llamas? —

— Soy Korina Sorine y entiendo — El corazón de Korina se quería salir e igual debía intentar todo lo posible para obtener el trabajo.

Marvin al salir del ascensor camino al final del pasillo junto a Korina y toco la puerta de vidrio en espera de que le den el espacio para la entrevista.

— Pasé —

— Don Darío y Farid, acá está joven cuyo nombre es Korina y quiere el puesto de dama de compañía —

Don Darío sin prestar atención aún se preparó para lo comentado por su colaborador y espera que esta vez fuera lo que esperaba en su búsqueda — Déjala pasar y Farid prepara lo indicado —

— Será un gusto —

Saliendo esté hombre miro a Marvin del cual sostuvo sus ganas de reír — Pasá —

Korina se armó de valor e ingresó a la oficina, el hombre quien a simple vista era bastante atractivo, un cabello finamente cortado, sus uñas bien cortadas, anillos claramente de alto costo, musculoso, de piel trigueña y al levantar su rostro se sorprendió de ver sus ojos color cafés claros, como avellana.

Algo incomodo tan solo quería terminar pronto — ¿Cómo te llamas? —

— Korina Sorine —

— Me indican que vienes por el anuncio de una dama de compañía —

Korina con todo y nervios debía intentar como lo comento Samantha — Es correcto, quiero la oportunidad de trabajo —

Don Darío extendió su mano para que tomara asiento, este se le quedó mirando su sencillez y se puso serio al levantarse para ponerse frente a ella.

Korina con nervios esperaba su comentario, era muy impresionante su presencia, con solo que se puso frente a ella la hizo sudar frío.

— No creo que seas a quien busco, mírate ni tan siquiera vienes algo provocativa como para anunciar que eres una dama de compañía. Tu vestido no llama la atención ni a la vuelta de la esquina y zapatillas bajas cuando es importante el tacón en esta industria, tu maquillaje solo dice que te da pereza arreglarte. Por estas razones, no te puedo contratar, además, necesito personas que puedan aguantar la noche y casi todos los eventos son tarde —

Esas palabras fueron como un balde de agua fría, era claro su descuido y dejó de ser sensual al estar con Antonio, le había prohibido arreglarse y verse guapa.

Está bajo la cabeza, se levantó y su cuerpo medio temblaba, en ese momento Don Darío se pretendía regresar a su asiento, pero la mano de Korina lo detuvo al ponerla en su ante brazo. Tenía demasiado temor, pero, debía intentar todo y las palabras de Samanta rodeaban su cabeza, debía regresar a estudiar y darle un mejor futuro a su hijo.

Darío se puso serio y volteo a ver, estando de pie de nuevo y cerca de él, tenía una altura apropiada, era delgada, piel morena claro y unos ojos verdes muy claros, una bellaza que bien cuidada podía dejar más de uno de sus negocios cerrados.

Con solo hacer que ella estuviera a su lado para entretener a sus futuras inversiones, casi que daba un tono blanco sus ojos y llamaba de verdad la atención de él, su cabello oscuro recogido y mal cuidado, pero había muchas cosas que serían ventajas, del cual le realizo una evaluación rápida al tenerla así de cerca y buscando más beneficios de ella.

Por su parte Korina respiraba fuerte, más aún debía demostrar su valor — Entiendo que no estoy presentable para usted, pero te pido me dé la oportunidad y te aseguro que podré cumplir con el puesto. De verdad necesito el trabajo y tengo un hijo de tan solo 2 meses del cual debo alimentar, no puedo trabajar en el club de la par, al estar amamantando a mi hijo. No me dan oportunidad de trabajo en otros lados al no tener experiencia y tampoco haber concluido con mis estudios, te pido solo unos meses para arreglar mi situación y me iré sin molestarlo —

— No soy tu salvador niña — Serio y saliendo del pensamiento se quedo mirando y analizando sus palabras.

— Por favor, te pido tan solo una oportunidad y poder llevar alimento a mi hogar, tan solo unos meses, mientras logro conseguir un trabajo adecuado para cuidar de mi niño —

Darío le quito su brazo y regreso a ponerse frente a ella, esta vez no bajo la cabeza y lo miró con determinación. Jamás, nadie lo había tocado de la manera como lo hizo, tampoco enfrentado y solo salían llorando de la oficina.

Ella no lloró y más bien comprendió lo que estaba mal en ella para el puesto — ¿Quién cuidara de tu hijo?, como dije es un trabajo de noche en su mayor tiempo —

— Mi madre, ella lo va a cuidar —

Darío suspiro y al tenerla cerca miraba su potencial — Deberás cambiar tu imagen, usaras ropa más atrevida y por lo visto un duro entrenamiento, casi que perderé tiempo mientras te acostumbras a ser una dama de compañía —

— Te aseguro que aprendo rápido y ahorrar en todo lo que pueda para evitarle gastos al darme la oportunidad — Korina respiro y ese hombre frío se compadeció de su necesidad y al menos le dará la oportunidad.

— Eso espero, el salario es de 2300 dólares al mes, seguro y de especie 2000 dólares, esto para maquillaje, ropa que le estaremos dando, claramente para usted un gimnasio, transporte y alimentación fuera de reuniones, no aplica al estar en mis eventos, entre otras actividades. Escucha y solo tienes una oportunidad como lo solicitas, espero lo sepas valorar porque no tiendo a dar ayudas y no me interesa sus problemas personales, trata de dejar eso fuera de mi casino —

Korina puso una sonrisa y sí era frío, despiadado en decir las cosas, pero al menos le dio la oportunidad, el salario no estaba tan mal y podía estar en el día al menos unas horas con su hijo — Gracias, de verdad la voy a cuidar —

— Empiezas mañana y ven en la tarde, empezaran con su imagen, entrega su información a mi asistente Farid y salga de mi oficina — Aun sin estar muy convencido no logro romper esos ojos que brillaron de felicidad al saber que le dio la oportunidad.

— Sí, gracias Don Darío —

Sin más y con el cuerpo congelado de los nervios salió de la oficina, los dos hombres quienes vio antes de entrar a la oficina estaban en la espera de verla llorando.

— Don Farid me indicó Don Darío que te diera la información mía y comienzo mañana en la tarde — Aun fría y sin poderlo creer le dio su comentario.

Farid sin poder creerlo, tan solo se limitó a un comentario — ¡Vaya!, por un momento pensé que ese puesto nunca se daría y ven conmigo —

— ¡Hay!, que aburrido y ni modo, bienvenida bella — Marvin comenzó a reír y medio empujo a Korina para que riera y no estuviera aun tan nerviosa.

— Gracias —

Sin comprender Marvin se fue y Farid la llevo a su oficina, tomo toda su información y se extrañó que Don Darío la aceptara, era madre de tan solo un niño de meses, sin experiencia y nada presentable para ese puesto.

Terminando ella se marchó y Farid toco la puerta de la oficina de él — Don Darío, ¿Qué te hizo contratarla?, no veo que tenga algo especial —

Dejando su computador aún lado, alzo su mirada, en su mente su mirada y determinación le llamaron la atención — Le daré una sola oportunidad y veo potencial en ella, manda a llamar a la asesora de imagen y que la arreglen, también dale un entrenamiento de cómo ser una dama de compañía, que debe hacer y no al estar a mi lado y lo más importante, búscale todo lo que necesite para una buena alimentación y ejercicio —

— De acuerdo y la verdad han venido mejores para ese puesto — Algo incomodo noto que ella llamo su atención y quería entender que hizo.