Don Darío moviendo un poco su cuello se giró — Ve a preparar la tina —
— De acuerdo —
Preparando la tina, Korina estaba terminando de ponerla a un temperatura agradable e ingresó Darío. Se acercó a ella y la tomó de su cintura, está volteó a ver y en su otra mano un juego de naipes.
— Entra conmigo y juguemos un rato —
— Don Darío... — Eso la puso tímida y no esperaba esa reacción de parte de Don Darío, no quería que la viera como una fácil y su objetivo era solo terminar su carrera e igual era imposible olvidar lo que sentía al estar realizando el masaje.
— Se una buena dama de compañía —
Darío lentamente bajo la cremallera de su vestido de enfermería, la dejo caer y era claro que tenía un hermoso cuerpo.
— ¿Lo haces bajo tu voluntad o termino yo? —
— ¡Haaa! —
Con una sonrisa traviesa de Don Darío le quitó su ropa interior, completamente desnuda Korina no sabía cómo responder — Eres hermosa y ven conmigo —
El vapor ascendía suavemente desde la amplia tina de mármol, impregna