Mundo ficciónIniciar sesiónKael POV
La promesa de Valeria resonó en la sala del trono, un eco de la sentencia de muerte que acababa de pronunciar.
No había miedo en mi corazón, no en ese momento.
El dolor por el sacrificio de Alejandro, la culpa por haber caído en su trampa, y la rabia pura y primordial por lo que le estaban haciendo a Aila, todo se fusionó en una sola y fría emoción: la furia asesina.
Miré a Damián.
Estaba a mi lado, su cuerpo magullado y herido, pero sus ojos azules ardían con la misma llama helada que los míos. Ya no éramos un Rey y un Alfa. Éramos dos mitades de un solo vínculo, dos mates a punto de desatar el infierno por su hembra.
—¿Recuerdas cómo luchábamos en el p







