Mundo ficciónIniciar sesiónValeria seguía mirando la pantalla del móvil incluso después de que la llamada hubiera terminado. El correo del Consejo permanecía abierto, brillante e implacable, como una advertencia escrita en mármol. La casa estaba en silencio, pero la tensión en el aire se sentía tan densa que casi podía quebrarse.
Leonard se acercó despacio, colocándose a su lado. No dijo nada al principio; simplemente deslizó una mano por la espalda de Valeria, un gesto firme, anclándola. Ella inspiró hondo, como si intentara procesar la magnitud de lo que acababa de desencadenarse.
—Así que Salvador ha decidido mover ficha —murmuró Leonard, su voz baja, contenida.
Valeria no apartó la vista del correo.
—Pretende bloquearme antes incluso de que pueda sentarme en la mesa.
Leonard inclinó la cabeza, la mirada afi







