Mundo ficciónIniciar sesiónEl corazón de Valeria latía contra el pecho de Leonard. El de él, contra el suyo. El sol se filtraba entre las hojas altas del bosque, dibujando manchas doradas que se movían sobre sus pieles entrelazadas cada vez que una brisa agitaba las ramas.
Un insecto pasó volando cerca, ajeno al hecho de que, para ellos, el universo acababa de inclinarse en un eje nuevo. En un antes y un después.
—Si esto es un adelanto de la luna de miel… —murmuró Valeria, sin fuerzas aún para abrir los ojos— vamos a necesitar un pueblo entero solo para nosotros.
Leonard dejó escapar una risa baja, agotada, casi ronca.







