Mundo ficciónIniciar sesiónLa matriarca miró a Leonard como si el suelo acabara de abrirse bajo sus pies.
Catalina… Por supuesto que había sido ella. Era lógico. Tenía sentido. Pero Patricia no quería aceptarlo.Catalina era —había sido durante años— la mujer perfecta para su hijo: discreta, educada, criada para ese mundo, aprobada por las familias influyentes.
La candidata natural. La que ella misma había alentado en silencio.Pero también era cierto que Patricia le debía favores a la familia de Catalina. Y Leonard, a los Moretti. Y que, cua







