Mundo de ficçãoIniciar sessãoValeria se detuvo en seco al ver a Helena frente a la puerta de la sala de juntas. La italiana conversaba con Blanche y Mady con la misma serenidad con la que una reina inspecciona su corte. No esperaba encontrarla allí: había dado por hecho que, tras su entrada triunfal y el golpe de poder en la firma, ya se habría marchado a su próximo imperio.
—Valeria —dijo Helena sin mirarla, como si la hubiera sentido llegar—. Vamos a comer a Casa Pastriani. Te vienes con nosotras.







