Recibir la nota de Fabián había sido algo extraño, en el momento no quise leerla, no solo para que mi “cliente” no se diera cuenta, sino que no entendía por qué su insistencia. Me quede tranquila junto a Erick bebiendo un poco de vino y repetidas veces acariciaba la nota dentro de mi bolso. Sentía mucha curiosidad, pero a la vez no quería saber nada.
Giré mi mirada y Fabián estaba aún en su mesa con la reconocida actriz, pero de pronto se retiraron al mismo tiempo que sus ojos se clavaban en los míos. De nuevo me quedé sola con Erick y su mano pasó muy despacio por mi rodilla hasta alcanzar mi muslo. Intentó besarme y esta vez accedí. No era algo que estaba disfrutando hacer, pero era mi “trabajo”.
Terminó la velada y de nuevo pasó lo que tanto temía y no quería:
―¿Estás lista para volver al Luxury conmigo? Quiero devorarte toda, pero solo si tú quieres.
―Eres mi cliente, debo acceder a tus peticiones―dije mientras mi pierna se movía nerviosa casi fuera de mi control.
―Lo sé, pero qu