SEIK
Tenemos un enemigo muy fuerte, uno que ha jugado sus cartas con inteligencia y con mucha anticipación... y nosotros ni siquiera lo sabíamos.
Qué estúpidos hemos sido.
Y luego está el trato con Gema. No quiero concederle el indulto... pero necesitamos esa información.
Si logramos descubrir la raíz del problema que afecta a mi hermana, podríamos enfrentarlo e intentar solucionarlo. Y si Gema nos revela más información, podríamos tener una oportunidad real de acabar con el vampiro y sus aliados.
Todos estos pensamientos se me arremolinaban en la cabeza hasta que me encuentré con Roberto en el pasillo.
Quería negarme a lo que me decía mi Beta sobre el descanso. No podía permitirme ningún momento de flaqueza; soy el futuro Alfa de una manada que se está desmoronando...
Pero entonces ví el rostro de Aria, sonrojado, con esos ojos brillantes, y mi determinación se tambaleó.
Ella me llevó hasta mi habitación, y yo simplemente la seguí.
El agua caliente resbalaba por mi cuerpo, relajando