ARIA
El agotamiento me pesaba como una losa. El viaje había sido largo y la discusión con mi padre me había dejado hecha pedazos. Apenas había tenido tiempo de respirar cuando una sirvienta llamó a la puerta con una orden:
—A las nueve, baja al salón a cenar.
Genial. Justo lo que me faltaba.
"Cenita en la mansión del Alfa Lucciano... como si no tuviera suficiente con este día de mierda."
Con fastidio, me vestí y me dispuse a ir al salón. Pero antes de llegar, una voz cargada de burla me detuvo en seco.
—Vaya, vaya… pero mira a quién tenemos aquí. La putita del gran Comandante de Sombra Nocturna.—dijo con sorna.
Loren.
Su sonrisa era puro veneno. A simple vista, su rostro tenía una belleza afilada, pero a mí siempre me había parecido repulsivo.
Quizás porque conocía la podredumbre que se escondía detrás de sus rasgos perfectos.
Le lancé una mirada de desprecio y seguí caminando. No tenía energía para discutir.
Pero él no iba a dejarme ir tan fácil.
Un segundo después, sentí su presen