Fernando y Damelis Se enamoraron gracias a un contrato de noviazgo, cuando ella acababa de salir de una ruptura amorosa y él estaba tomando el cargo, que su difunto abuelo don Roberto Domenech le había dejado en la empresa. Esto desato una serie de incidentes en su familia, especialmente con su primo, quien nunca estuvo de acuerdo con la última voluntad de su abuelo. Y busco por todos los medios perjudicar a Fernando, valiéndose de un profundo secreto que este guardaba desde sus 16 años. Por fortuna todo lo estipulado en el testamento se cumplió y ahora Fernando está viviendo una vida muy feliz, junto a Damelis y sus pequeños hijos Noelia, Diego y Natalia, ¡Pero no todo serán color de rosas ya que a su vida llegara un niño, quien aparentemente es el “nieto mayor” de Don Roberto y su tutor exige la herencia que por derecho le pertenece! Esto desestabilizara por completo lo que habían construido en estos 6 años y pondrá en riesgo la vida de sus pequeños hijos. Una obra original de: Lulyz Benavides.
Leer másFernando. Entro a mi oficina, camino hacia mi escritorio y pongo mi maletín a un costado, pero está felicidad que traigo por dentro, no me la cambia nadie. Pueden pasar miles de cosas, pero el amor que siento por mi esposa es más grande de lo que se alcanza a imaginar. Esta noche tiene que ser todo perfecto, tenemos días que no compartimos un momento a solas y es necesario para demostrarle, cuanto la amo.Tomó un suspiro y enciendo el portátil para ponerme al día con todo lo relacionado con el nuevo lanzamiento del perfume. No cabe duda que esta empresa cada día, va mejor, y lo digo por las cifras que me muestra el balance y es que a pesar de todos los problemas que eh tenido con Margarita y Justo por la herencia que dejo mi abuelo, hemos podido sacar cada proyecto, de forma exitosa.Estoy concentrado en mis deberes cuando siento unos golpecitos en la puerta, de inmediato fijo la mirada y me doy cuenta que es Adrián y mi ahijado.—¡Fernando! ¿Qué tal, como estas?— Me saluda
DamelisCamino por el pasillo de la mansión hasta llegar al cuarto de mi princesa, y solo me pregunto que será lo que habrá pasado, mi madre me ha dicho, que a medida que los hijos van creciendo, algunos cambios en el comportamiento tan bien se irán notando, y eso es porque entraran en la etapa de la pre adolescencia, pero mi niña apenas tiene siete años, no creo que esos cambios se noten todavía.Trascurren unos segundos, respiro profundo y con la más dulce de las sonrisas toco la puerta de su habitación —¡Estoy dormida! —Contesta con una tierna voz.—Y si estas dormida, porque me has contestado —Digo mientras abro la puerta de su recamara y veo a mi pequeña Noelia cubierta de pies a cabeza con las cobijas de su cama.—Es que pensé que era… —Susurra.—Tu papá —Término de decir y un rotundo silencio se apodera de esta habitación.Despacio me acerco a su cama y con mucho cuidado me quito los tacones y me hago a un lado suyo —¿Mi niña no le va a contar a su mamá porque esta triste? —Pr
FernandoMi mirada ahora está perdida en esa hermosa escena donde veo a mi princesa mayor, arrojarse a los brazos de mi esposa, pero para mi sorpresa noto que no soy el único que está perdido, y lo digo por la forma en que mi ahijado está observando a Noelia, la mirada de una manera especial como si… «Son unos niños Fernando» Me regaño a mí mismo he intento olvidar, esta situación que no es de ahora, si no de hace muchos años. Mis compadres se despiden de nosotros y rápidamente los vemos alejarse de la oficina.Mi esposa se coloca el bolso, toma a Noelia de la mano y salimos con mucha precaución de la empresa. Como bien sabemos hay una persona que quiere hacernos daño, por eso debemos estar rodeados de muchos guardaespaldas, por lo menos durante un tiempo. Bajamos las escaleras de la empresa y Tango nos saluda como de costumbre, mientras yo abro la puerta del carro para que mis dos mujeres entren, luego hago lo mismo y Tango da las indicaciones necesarias para ir de regreso a la mansi
DamelisMiro los cuatro bosquejos que he sacado de mi carpeta mientras mi esposo y mi compadre se encuentran frente a mí, esperando la sorpresa que les tengo preparada, respiro profundo y les entrego las láminas donde están los dibujos.—Comadre te felicito, como siempre sabes sorprendernos, por mi yo escogería los cuatro lamentablemente solo podemos escoger uno solo —Comenta Adrián y sonrió levemente.—Damelis… Amor mío —Dice mi esposo tomando mi mano — Eres una maravilla., con tus manos haces magia y lo plasmas en estas laminas, que luego son puestas en nuestros productos… En algo estoy de acuerdo con Adrián, todas están perfectas… Pero me llama la atención esta, por sus colores el diseño y sobre todo, porque trasmite tranquilidad y paz, definitivamente esto es lo que estamos buscando en el nuevo perfume — Se expresa mi esposo enseñándonos el bosquejo donde hay una mujer acostada en el suelo, casi desnuda rodeada de hojas de árboles, con su cabellera larga suelta y sonriente.—Ento
DamelisNunca pensé que mi vida con Fernando se convertiría, en este sin fin de emociones, que nos tiene los pelos de punta, primero su tía intentando quedarse con la herencia y segundo Justo con Paulina haciéndome los momentos incomodos. No se ha dónde irá a parar todo esto, pero de algo si estoy completamente segura y es que no permitiré, que estos problemas alcancen a nuestros hijos, bastante tenemos con el loco desquiciado que anda merodeando la mansión, para ahora tener que aguantarme los comentarios de Paulina Coronado.Mira que decir delante de todos que mi niña, sería una tortura para los hombres cuando crezca. Hay que tener demasiado cinismo para a ser ese tipo de comentarios, sé que a mi esposo no le pareció, de un tiempo para acá, eh notado celos paternales hasta con su propio ahijado y si a eso le sumamos que Luisa y Adrián, no paran de molestarnos con eso de casar a Noelia y Alejandro cuando estén grandes, él ha sabido disimularlo perfecto, pero yo que lo conozco, sé que
Fernando.Es increíble ver hasta dónde llega el grado de rencor en una persona, Margarita tiene sujeta la mano de Miguel y sin decir una sola palabra sale de esta sala de juntas, sin importarle absolutamente nada, tras ella sale Justo Moreno y es evidente que ese hombre lo que busca es dinero de todo esto.Mi esposa y yo cruzamos nuestras miradas por un momento, sé que por su cabeza se cruza la idea de sacar del cabello a Paulina y a toda la gente que intenta, quitarnos la paz sin embargo reconozco que tiene un enorme corazón y ah intentando controlar sus impulsos por el bienestar de nuestros hijos.Respiro profundo —Por fortuna no pasó nada grave y todo se pudo resolver en paz — Digo con mi voz a manera segura y me agacho un poco para que mi pequeña hija coloque los pies en el suelo.—Gracias a Dios… Créeme no estaba dispuesta a soportar otra pataleta de tu tía, por esta herencia que les dejo el señor Roberto, ya bastante tenemos con lo que está sucediendo —Me dice y hace una pausa p
Último capítulo