Capítulo 126 Demasiado Parecidas

Cuando Camille se marchó, la asistente ayudó a Silvina a sentarse en una silla para descansar.

Silvina recorrió la habitación con la mirada: en cada rincón se percibía un aire delicado y elegante.

El tono predominante era un suave violeta, elegante y lleno de nobleza.

A juzgar por la decoración, la dueña de ese espacio debía de ser una joven orgullosa y exigente.

Quienes lograban ganar su atención, sin duda tenían algo especial.

Quizás ella misma solo estaba recibiendo tantos cuidados por la coincidencia de su rostro, tan parecido a Susana.

Adela no pudo contener la curiosidad:

—Señora Leonel, ¿por qué quiso venir a descansar aquí?

Silvina suspiró con suavidad:

—Aunque sé que me atienden con cortesía, no puedo aprovecharme sin más del tiempo de los demás, ni pedir egoístamente que alguien se sacrifique por mí. Camille es la señorita de la Familia Díaz y, además, esta noche actúa como anfitriona. Como acompañante de Ruperto, debe encargarse de todas las damas presentes. Si solo se ocup
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