-Nadie...

Un suspiro profundo.

-Yo me hice llorar a mi misma siendo tan ingenua, tan tonta, tan estúpida. ¿Cómo puede dolerte alguien que ya no quieres?

-Tal vez no te duele esa persona, si no el pasado que tuviste con dicha persona, lo que creías genuino y resultó ser falso.

-Suenas como si supieras exactamente lo que me pasa...

(Kay: Es porque lo sé.)

-Mmm... Bueno, me encantaría consolarte todo el día y que llores todo lo que necesitas para desahogarte, pero si sigues llorando así tus ojos se van a hinchar más y no tendrás una buena cara para la gala, así que mejor vayamos a dar una vuelta por el jardín, luego te muestro lo que diseñé, hacemos una pasarela, eliges el vestido y luego te arreglas.

Sofía no pudo contener la emoción y las lágrimas volvieron a brotar, pero esta vez de felicidad, no tenía amigas y Kay era muy dulce con ella y sentía su sinceridad, tal vez sería su única amiga.

Pasaron las tarde justo como Kay lo propuso, Sofía se probó muchos vestidos delante de las emp