En su habitación Sofía recordaba aquel momento bochornoso contándole a Nana que Erin los había atrapado en el acto o casi en el acto mientras Nana reía sin parar.

-Te juro Nana que me muero de la vergüenza.

-Ja ja ja no tiene nada de qué avergonzarse señora, el que debería sentir vergüenza es el señor Erin por no haber tocado la puerta antes y haberlos visto en el acto.

-¡No voy a poder mirarlo a la cara Nana, lo juro!

-Ja ja ja, tendrá que porque usted es la señora Adams ahora y por ahora es la única y todos los hermanos del señor le deben respeto así que no baje la cabeza que no hay motivo para sentirse avergonzada, la gente que se casa tiene relaciones sexuales, no sólo se casan para envejecer juntos y el señor Erin lo sabe, así que no se angustie por algo como eso. Si me disculpa bajaré a preparar la cena para usted y el señor, seguro que su cuñado ya se ha marchado, con su permiso señora.

-Adelante Nana, gracias por el consuelo.

Sofía no prestó mucha atención a las palabras de N