Catherine Clark es considerada la villana ante los ojos de su esposo quien solo la veía como una usurpadora caza fortunas. Su amor no correspondido la arrastró a un matrimonio que desde el principio estaba destinada al fracaso, durante su vida como esposa del Ceo más codiciado, solo recibió maltratos e infidelidades, este ni siquiera era capaz de presentarse en público con su compañera de vida porque su tiempo y amor le pertenecían a la hermana gemela de Catherine, Camila Clark. La vida de Catherine era solo una mentira, tuvo que pasar por un calvario de humillaciones y soledad y una constante presencia de “Demanda de divorcio” Claro que ella rechazaba toda negociación porque solo quería estar al lado del hombre que amaba. Todo cambia repentinamente cuando la salud de Catherine empeora y se ve envuelta en conflictos mayores que le hicieron darse cuenta que su vida no prosperaría de esta forma, así que por primera vez se arma de valor para presentar la solicitud de divorcio firmada “Esto es lo que anhelabas, ahora seré libre, espero no verte nunca más” dichas palabras eran frías y decididas. Ella se marcha a retomar la vida que renunció por él, pero ¡sorpresa! Esta vez es él quien la busca para pedir perdón ¿será demasiado tarde?
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Ya han pasado tres años desde que me casé sin embargo el silencio de siempre gobierna entre mi esposo y yo. Sentados de frente en el comedor de la gran mansión solo se logra escuchar el ruido de los utensilios cortando la carne, observo su rostro distante y sombrío incapaz de pronunciar una sola palabra.Siempre me he preguntado el por qué seguía al lado de un hombre que no me ama, aunque yo lo hiciera con toda el alma. Hasta ahora eh soportado muchas cosas, como sus infidelidades e indiferencia, pero lo que más me dolía era que cada vez que me tocaba me confundía con alguien más, el aseguraba que era la única forma de soportar tener intimidad conmigo y para tenerlo satisfecho forme parte de su rol haciéndome pasar por mi hermana gemela, la persona que él realmente ama, Camila Clark, un lobo disfrazado de oveja.
Mathew Hollad quien era el presidente de la empresa mas grande y reconocida a nivel internacional, se casó conmigo bajo la presión de su padre, luego de quedar embarazada.
Mathew tenía un alto sentido de la responsabilidad, lo cual no le permitiría abandonar a su hijo, así que no le quedó más remedio que hacerme su esposa renunciando a su amor verdadero, ya sé, pensaran en que soy la villana de la historia y en parte tienen razón.
Fui yo quien se metió a su cama haciéndome pasar por Camila, yo misma busqué mi propio infierno pero ya eh pagado un precio muy alto por eso, perdí a mi bebé en el cuarto mes de embarazo debido a que rodé las escaleras puedo jurar que alguien tuvo que ver con aquella tragedia ya que el piso estaba enjabonado, lo cual fue raro cuando en esa casa solo vivía yo y mi ausente esposo. A pesar de mi sospecha en que alguien tuvo que ver con mi perdida, Mathew me ignoró, diciendo que era mi castigo por meterme en su vida.
“quizá no merecías ser madre, deja de culpar a los demás” fue lo que dijo al verme hospitalizada.
El señor Claude Hollad, mi suegro, fue el único que creyó en mí, así que mando a investigar aquel accidente, no tendría piedad con aquella persona que provocó la pérdida de su nieto, después de cierto tiempo el culpable fue descubierto, se pueden imaginar mi cara de asombro al enterarme que fue mi hermana quien realizó todo esto, sé que lo que hice estuvo mal, no soy inocente pero mi bebé si lo era, él no tenía nada que ver. Camila fue llevada a la cárcel donde pasaría el resto de su vida, pero como era de esperarse Mathew salió a su defensa testificando:
“fui yo quien provocó aquella caída, un hijo mío no merece crecer en las entrañas de esta m*****a mujer ¿qué harás padre? ¿Me hundirás a la cárcel a mí?
Claude retiró la renuncia hacia Camila advirtiendo que era mejor que se alejara, en cuanto a su hijo no podía denunciarlo ya que eso sería crear una mala fama para su empresa.
“si tanto odias a tu esposa, tu castigo por negarle la vida a mi nieto será pasar el resto de tu vida a su lado” ese fue el castigo impuesto por su padre.
Desde ese día no sé nada acerca de Camila, se alejó de Mathew diciendo que no estaría dispuesta a ser la amante, que hipócrita, se quiere hacer la digna, solo yo sé lo que ella es capaz de hacer, pero como la villana de esta historia mal contada, nadie me creerá.
El sonido del teléfono de Mathew rompió aquel silencio del comedor, miró de reojo la pantalla del móvil.
-¿es una de tus amantes?- me atreví a preguntar.
Pude ver su expresión de molestia.
-no te incumbe, además si así fuera ¿qué? Cualquier mujer es mejor que tú- sus ojos verdes me miraban con tanto desprecio que no pude evitar sentirme intimidada, incliné la cabeza apretando los puños.
-si soy tan parecida a Camila ¿Por qué no puedes intentar ser amable conmigo?
En ese instante aquel hombre dibujo una sonrisa en su rostro.
-¿acaso bromeas? No tienen nada que ver- tomó una servilleta pasándola delicadamente en la comisura de sus labios- eh terminado- dijo poniéndose de pie para marcharse.
-¿A dónde vas?
-a un lugar donde no te pueda ver.
Sus palabras atravesaban mi pecho como una daga porque a pesar de todo yo aún lo seguía amando.
-¿Por qué me tratas así? Dime que daño te he hecho.
-¿todavía tienes el descaro de preguntarme? No te hagas la inocente ahora, si no fuera por ti estaría felizmente casado con Camila en estos momentos, si no quieres seguir haciéndote la mártir, firma el maldito divorcio de una buena vez- las venas en su frente comenzaron a notarse.
-¿el divorcio? Nunca, jamás te lo daré, prefiero que estés en los brazos de esas mujerzuelas antes de que estés con Camila- pronuncié sin poder mirarlo a la cara.
Él se acercó con pasos acelerados hacia mí levantando mi quijada bruscamente.
-da gracias que compartes el mismo rostro que mi Camila, de lo contrario trapearía el piso contigo en estos momentos.
Luego de soltarme se retiró.
-es domingo- pronuncié en voz baja- al menos podrías quedarte conmigo, por favor- dije para mí misma ya que él se había marchado.
No pude evitar que las lágrimas mojaran mis mejillas, todo era muy difícil para mí, sabía que debía dejar de amarlo pero ¿Cómo hacía entender a mi corazón que dejase de hacerlo?
El sonido de mi teléfono interrumpió mis pensamientos.
-hola, Catherine Clark ¿Qué sucede?- respondí limpiándome la nariz.
-¿Catherine? Qué bueno que la encuentro, su solicitud para realizar una entrevista ha sido aceptada, confiamos en su gran trabajo- la voz al otro lado del teléfono pertenecía a mi jefa del departamento de publicidad.
-¿de verdad¿- no pude contener m felicidad, había estado esperando esa oportunidad.
-así es, ¿Cuándo tiene tiempo libre?
-siempre, digo, en cualquier momento estoy disponible ¿a quién entrevistaré esta vez?
-a un artista que se ha hecho un nombre en la industria del cine, su nombre astistíco es Dorian.
-bien, solo dígame cuando y lo haré, muchas gracias, en verdad.
-confío en ti, digamos que él no es un tipo cualquiera- fue lo que dijo antes de colgar.
Cuando recibí esa propuesta de trabajo no sabía que mi mundo como ya lo conocía, cambiaría completamente.
Habían pasado ya algunos meses desde el día en que Mía anunció formalmente su matrimonio. Las redes explotaron al saberlo. Dos personas exitosas unirían su vida para siempre. Muchos apostaban que no duraría mucho, otros daban por hecho de que eran una pareja perfecta. Ni una cosa ni la otra era cierta. Mía y Aleksander habían tenido sus roses, pero habían salido adelante. La boda se llevaría a cabo en un lugar abierto. A Mía no le agradaba llevar a cabo su boda dentro de cuatro paredes, en lugar de eso prefirió realizar la ceremonia en su casa del bosque. Era un lugar agradable, fue arreglado por los mejores diseñadores que trabajaron arduamente en la planeación de la ceremonia. -Es como un cuento de hadas ¿Verdad mami? – pregunta Soomin asombrada de ver el lugar. - Cuando dieron que sería en un bosque, me imaginé que sería como en la película de Mowgli- comento Mehmet tomado de la mano de su hermana. - ¿Se acuerdan de lo que les dije? – pregunta Catherine. - Si mamá, no haremo
-Hola Camila. Ella sonríe débilmente y se sienta frente al cristal para poder hablar con aquel hombre que tiene frente a ella. - Pensé que sería Catherine- dice con decepción. -Catherine ahora está con Ian, fueron a un día de campo fuera de la ciudad. - ¿De verdad? - Sí. Las personas que habían dañado a Catherine en el pasado estaban sentados frente a frente con una mirada lamentable en los ojos. - Matthew... gracias. - ¿Por qué? - Por cuidar de mi hijo. - Es mi hijo también. Ella agacha la mirada con pena. - Pensé que no lo querría, por esa razón quería que fuese Catherine quien lo criara como su madre. - Catherine está bastante ocupada con su trabajo y sus hijos. - Me enteré de que tuvo mellizos, me alegro por ella. Matthew arquea las cejas en duda. - Lo digo sinceramente. Él aclara su voz y saca unas fotos. - Como lo prometí, aquí están. Ella toma las fotos que fueron pasadas por debajo del cristal. Sus manos temblorosas aprietan las fotos y sus ojos se inundan
Luego de que Catherine consolara a Ian, se dirigió hacia su pequeña, quien estaba bastante apenada con su actitud de rebeldía.-Mamá, lo siento. Retiro lo que dije hace rato- dijo dejando su asiento y corrió a abrazar a Catherine.Catherine la recibe con los brazos abiertos y se inclina para darle un fuerte abrazo.-Intentaré llevarme bien con Ian. Lo prometo mami, pero no estés molesta conmigo.- No estoy molesta contigo, cariño.- Papá, acaba de hacerme entender muchas cosas.Zack sonríe y levanta a Mehmet en los brazos.-Supongo que todo mejorará cuando estemos en el campo- propuso mirando su reloj y dándose cuenta de que se retrasaron bastante.Ian permanece parado detrás de Catherine y se siente incómodo ante la situación. Como si fuera un desconocido que desea encajar en una familia que no le pertenece.-Mamá, no estés triste. Soomin acaba de aceptar su error ¿Verdad Soomin?La pequeña, aún aferrada a los brazos de su madre, solo mueve la cabeza en afirmación.Mira a Ian quien e
Las palabras duras no eran la especialidad de Catherine y mucho menos cuando eran dirigidas a sus hijos, sin embargo, la pequeña Soomin la sacaba de sus casillas.Catherine se pregunta ¿Qué fue lo que hice mal?Siente que el mal carácter de su hija es en parte su culpa.No ha podido orientarla correctamente y enseñarle principios adecuados.Zack se encargó en mimarla demasiado, pero no es culpa de Zack tampoco.Él adoraba a sus dos hijos y se había encargado de consentir a ambos. Mehmet era mucho más maduro para su edad y nació siendo un niño noble desde pequeño.A pesar de que Catherine la amaba mucho, sabía que no era bueno solaparle sus errores como simples palabras de niños.Las palabras de Soomin no fueron dichas con la inocencia de un niño, sino que fue con toda la intención de lastimar a Ian.-Pequeña, no llores- Zack le habla cariñosamente tratando de consolarla.Mehmet, quien sostenía la mano de Ian, lo soltó.-Lo siento, debo cuidar a mi hermana- dice apenado.-Mamá, eres ma
Mía presiente que algo malo pasará. Baja la mirada hacia el suelo, dejando que Aleksander permanezca parado detrás de la puerta.-No- responde luego de su silencio- no quiero hablar, estoy ocupada.Sabía que, si se admitía hablar con Aleksander, seguramente terminarían.-No es novedad que estés ocupada ¿No? – responde con una leve sonrisa forzosa.Ella solo se queda pasmada en la puerta.Aleksander mira hacia la dirección de la salida y se da la vuelta para marcharse. Ella quiere detenerlo, siente que debe hacerlo, pero su boca fue incapaz de pronunciar una palabra y sus pies no reaccionaban.Recordó aquel fragmento del poema que había leído hace tiempo.“Asomaba a sus ojos una lágrimay a mi labio una frase de perdón.Habló el orgullo y engullo su llantoy la frase en mis labios expiró.Yo voy por un camino y ella por otro.Y al mirar atrás me pregunto;¿Por qué no hablé aquel día?Y ella se preguntará¿Por qué no lloré yo?Cuando mía leyó aquel poema creyó que el poeta era un nefas
-Padre ¿No iré con la Tía Catherine al día de campo?- Tenemos tiempo para los dos ahora, además, ella estará con su familia.- Pero, yo soy su familia ¿O no?- ¿Por qué te gusta tanto estar con tu tía?- Ella es muy dulce y amable. Me habla bonito y come pastel conmigo, me cuenta historias. Cuando estoy con ella el corazón no me duele.- Ella siempre ha sido una persona agradable- dijo Matthew levantando la mirada hacia el cielo.Era apenas de mañana y el pequeño Ian no hacía más que hablar de Catherine.Matthew lo entendía, después de todo, él también quería estar con Catherine.-Quieres mucho a tu tía, ¿verdad?- Sí, mucho. Es la única que ni me mira indiferente.- ¿Hay alguien que se atreve a mirarte de esa forma?Ian se queda pensativo mirando sus pies.-Además de la abuela, la tía Mía no es tan diferente.- Ian, Mía siempre ha sido una persona que actúa de esa forma, no te asustes.- Pero no actúa de esa forma con Mehmet y Soomin ¿Por qué padre? Yo también soy su sobrino.Matthe
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