Catherine.
Conduje a casa furiosa, furiosa conmigo misma porque seguía llorando como una estúpida ¿Cuánto estoy dispuesta a soportar? ¿en verdad lo amo o es solo apego? Jamás me lo pregunté, siempre estuve concentrada en tratar que me quisiera…soy una estúpida, me odio, me odio.
Me detuve frente a una gasolinera y golpeé mi cabeza contra el volante varias veces
“Deja de golpearte la cabeza, matarás las pocas neuronas que te quedan :D”
Leí el mensaje que llegó a mi móvil, el número en la pantalla era desconocido, pero al ver la palabra Cathy al final del texto supe de quien se trataba.
Saqué mi cabeza de la ventana y me asomé por todos lados hasta dar con él. Me sonrió y se acercó a mi auto.
-Hola de nuevo.
- ¿Acaso eres mi sombra?
-No seas tan dura conmigo- hizo un puchero.
- ¿usas teletransportación o algo así?
-Cathy ¿Acaso has llorado? Pasó sus dedos por mi mejilla.
-No me toques- dije a la defensiva- ¿Qué quieres? ¿Por qué me sigues?
-No quiero nada- respondió tranquilo
-Entonces