Aturdida, despierto y lo primero que hago es correr al baño donde vomito hasta mis ganas de vivir. Nuevamente, aparecen mis malestares dándome los buenos días que me aseguran un día lleno de malestar.
— Maldita medicina que ya no funciona. — digo con molestia.— ¿Axael? — escucho a Maximiliano llamar a mi puerta y de inmediato me aseguro de que la puerta este cerrada.— ¡Dame un momento, necesito prepararme para salir! — grito para que pueda escucharme.— Puedes descansar un poco más si lo deseas, yo debo irme ahora. — dice Maximiliano.— Bueno, ten un buen día de trabajo.— ¿Estás segura que te encuentras bien? Pareces un poco enferma. — dice Maximiliano.‘Oh no, ya lo ha notado. Esto no puede ser posible.’ Me digo mentalmente.Respiro profundo, libero aerosol y me cepillo los dientes para salir a