En realidad no me interesa la vida amorosa de mi suegro, pero comienza a ser de mi interés si está relacionado con alguna mujer a la que le rompería el corazón y que al hacerlo, tenga ella la habilidad de poder causar mi muerte porque es quien me está atendiendo medicamente.
‘De solo pensarlo me da escalofríos.’ Me digo mentalmente.— ¿Cómo ve mi estado de salud?— Todo está bien. He venido a darle su segundo tratamiento y me marcharé confiando en que las cosas sigan bien. Además, quiero informarle que el hospital me ha pedido que le recuerde que usted debe seguir el tratamiento terapéutico que había comenzado a recibir en los cuidados paliativos.— No creo que tenga tiempo de preocuparme por mi muerte. Con los hombres que tengo a mi alrededor, tengo otros motivos para estar entretenida. — digo mientras los hombres Barack regresan al auto