Estoy segura que en estos momentos Maximiliano se lamenta por tomar a la ligera mi conocimiento en este tipo de cosas y escogerme a mí como su compañera para esta cena que parece más un enfrentamiento que una reunión diplomática.
— Creo que lo mejor es que nos marchemos ahora mismo. Si no te vas tú, lo mejor es que yo me vaya, porque no tengo planeado morir hoy.— Deja el drama, no voy a dejar que te hagan daño.— Eso no es del todo seguro, te recuerdo que aunque hemos estado en problemas, he podido protegerte.— Acabo de salir del hospital. — le recuerdo y Maximiliano me sonríe acercándose a mi odio, mientras nuestros acompañantes se sientan frente a nosotros.— Pero, no fue porque te hicieran daño, si no, porque fue demasiado para ti ver que los matara.‘Eso es verdad, los doctores no mencionaron contusiones graves y aunque estuvimos