‘¿Cómo puede una mujer como Axael dudar de lo hermosa que es? ¿Acaso no se da cuenta que es un jodido ángel?’ me pregunto mentalmente.
— Maximiliano…— ¿Por qué piensas eso, Axael? Nunca he mirado a otra mujer después de tenerte, no he follado con alguien además de ti, esposa.— No mientas, hace mucho que no follamos.— Porque hemos tenido muchas discusiones, miedos y demás, pero, no por falta de deseo.— Maximiliano, no necesitas mentirme, ve a lidiar con lo tuyo como lo has hecho siempre que yo seguiré cuidando de la bebé. — dice ella con frialdad.No dudo en demostrarle lo que hago para saciar mi necesidad, así que, cierro la puerta con seguro y agarro una silla para colocarme justo frente a ella y así tocar mi cuerpo, mientras ella me observa aturdida.— ¿Qué estás haciendo?