Narra Axael
Los chicos suspiran profundo negando ante el fracaso de disculpa de su jefe, por lo que, después de varios minutos, uno de ellos lo busca y al poco tiempo él regresa.— Bien, continuemos hablando.— Lo dejaré claro, Maximiliano: no voy a renunciar a mi bebé. Tampoco quería renunciar a ti, pero si sigues determinado a tratar mal a la bebé deseando su muerte, puedes continuar el resto de mi vida lejos de mí.— ¿Qué quieres decir?— Podemos divorciarnos, Maximiliano. Desvinculemos cualquier conexión que tengamos y que cada uno siga su camino.— ¿Acaso no comprendes que todo lo que me está molestando es saber que alguien más me está robando tu tiempo conmigo? — pregunta Maximiliano ofendido y yo sonrío por su comentario.‘Es increíble lo ciego que alguien puede ser.’ Me digo mentalme