— ¡Estás rubio! — Grito su novia.
— Ya lo sé. — Susurró el, más para si mismo que para ella.Había olvidado que cuando su cuerpo acumulaba tantas cosas malas, y llegaba al punto de necesitar depuración, incluso eliminaba el tinte negro de su cabello.—¿Hacía cuánto tiempo que no pasaba aquello? — Pensó.Miro a su novia, quien aún estaba maravillada por aquel descubrimiento, y le tiró una toalla a la cara. — Deja de mirarme así. — La regañó.— Pero, mi amor... te ves maravilloso. — Dijo tomando su mano para acercarlo. — Pareces...— ¿Un ángel? — La interrumpió el, con un tono molesto.Becca pareció caer en cuenta de lo que había estado a punto de decir y guardo silencio, un minuto, cinco... diez... y tal vez mucho más. Se bajó de la encimera y se sacó la ropa, tan sucia como la que llevaba el, y decidió preparar el baño. Si ya la había cagado, de algún modo tendría que arreglarlo.Mientras ella arreglo la tina, p