La puerta sonó "toctoc" y luego Edith entro a través de ella. — Chicos, ya llegaron sus estilistas y sus trajes. Es hora de arreglarse.
Rebeca salto de la cama con rapidez, estaba muy emocionada. — Vamos, es momento de dar el si acepto.
— Aún falta, bebé. — Bostezó Luciano. — Solo me voy a levantar, porque luego de eso, nos perderemos un mes del mundo. — Bromeó.
— Me alegra que no vayan a su boda enojados. — Dijo la anciana dejando la habitación.
Luciano salió por la puerta, y tras de el, entraron Merly y su equipo de estilista, a consentir y arreglar a la novia.
Luciano atravesó su propia casa en pijama, viendo cómo todo estaba en completo orden, tal como le gustaba. Una vez en su habitación, consiguió a Paolo y su equipo de trabajo.
— Buenas tardes. — Los saludo.
Luego de tomar un baño, Luciano se dejó hacer por el equipo de profesionales.
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Isobel ya estaba en la enorme mansión culminando los