La mañana comenzó con el sol en lo más alto, brillaba con fuerza y calentaba todo el suelo qué su luz tocará. La brisa del mar era fresca pero no helada. Y la playa estaba completamente sola.
— ¿De quién fue la idea de llegar aquí a las 7 de la mañana? — Preguntó Eli. — ¡No hay mucho que ver!— Si... pero, no hay nadie que me estorbe. — Respondió Becca. — El agua aún no ha sido orinada, y puedo ver más piedras en el fondo del agua— ¿Para que importaría todo eso? — Pregunto Cookie.— Ella... hace sus cosas de magia con materiales naturales que recolecta a donde va. — Explicó Luciano. — Así que, mientras más limpio esté el área de recolección, mejor para ella.Los extranjeros que hicieron preguntar más pero se sintieron avergonzados. Luciano se sentó en una silla de playa y miro como su novia se dejaba caminando por la orilla. La chica parecía muy concentrada y lo que sea que estaba buscando.Se quedó un rato allí sentado, espera