6. Desconcierto
POV: Victoria Kaiser
Lo miré. Por varios segundos más, Alejandro Toscano no apartó su mirada de mí. Sentí cómo sus ojos se clavaban como agujas heladas, explorándome, analizándome… No había expresión en su rostro, solo una intensidad que me dejó clavada en el lugar.
¿Y este señor por qué me mira como si fuera una hoja de Excel con errores? pensé, intentando mantener la compostura.
Luego, como si de pronto le molestara haberme dedicado tanto tiempo, frunció el ceño con fastidio y caminó con pasos firmes y rápidos hacia la oficina del fondo. Las puertas se abrieron solas, gracias a uno de sus guardaespaldas, y él desapareció sin volverse.
Me quedé helada, con las manos aún aferradas al borde del escritorio. Sentía que había dejado de respirar por unos segundos. Cuando pude moverme de nuevo, me acerqué con cautela a Claudia, que estaba revisando unos papeles sobre una carpeta.
—Disculpe, señora… —dije en voz baja—. Pero… ¿quién es ese hombre?
Ella alzó la vista, con evidente sorpres