99. La ira de un compañero
Nina, sin entender aún, siguió hablando.
—Lo hice por amor, Eryx. Porque te amo, porque tenía que hacerte mío.
El Alfa la miró con una expresión tan fría que helaba la sangre.
Nina parpadeó finalmente comprendiendo que había algo mal y dio un paso atrás sin aliento.
—¿Q-qué... qué hiciste?
—No necesitabas gritar, Nina. Todos te estaban escuchando.
Los murmullos comenzaron.
Mikael avanzó desde el otro extremo del salón y quitó las cortinas en un rápido movimiento.
Ahora los ojos de todos estaban sobre ellos, el aire se llenó de gruñidos y jadeos.
Nina retrocedió, pálida, en shock.
—¡No! ¡No era así! ¡Eryx, escúchame, por favor!
Él dio un paso más cerca, sin emoción alguna en el rostro.
—Ya te escuché, todos lo hicimos.
Sus ojos se tornaron de un color oscuro letal, inhumano ante la presencia evidente de su lobo.
—Mataste a mi Sigma y le echaste la culpa a una inocente, le hiciste creer incluso a Lana que lo había hecho, ¡¿Cómo lo hiciste?!
Él volvió a apretar su brazo haciéndola sollo