El aire alrededor de la Guardiana Mágica era una membrana invisible de poder anulador, el Nivel Tres de Agonía se había clavado en el pecho de Aiden como un arpón incandescente, pero su señal, enviada a través de los tres toques desesperados, había cumplido su propósito, Lía tenía la lectura: la amenaza no era física; era la anulación total de la voluntad.
La Guardiana, con sus ojos huecos de luz violácea, aún no se movía, su ataque era pasivo, una burbuja de desesperación psíquica diseñada para colapsar las mentes más rígidas: las mentes Alfa.
Seth, el Vástago Rápido, sintió la humillación arder bajo la piel, el rugido del dolor de Aiden le había golpeado la cabeza con la fuerza de un garrotazo, y la orden de Lía de mantener la posición se sentía como una camisa de fuerza, la estrategia de Lía se basaba en la parálisis, en la contención, cuando el instinto de Seth, forjado en el liderazgo agresivo de Valle de Escarcha, le gritaba que la única solución era la velocidad y el asalto.
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