Bastián. -
Flashback. -
— ¡Bastián no puedes dejarme, te amo! –ruedo mis ojos con frustración, al ver a la mujer arrodillada sosteniendo mis piernas.
— ¡Suéltame, Sam! ¡QUÉ ME SUELTES! –la tomo por los brazos tirándola en la cama de la habitación del hotel –. Fui muy claro contigo cuando nos conocimos, a mí lo único que me interesa es el sexo, no voy a negarlo has sido unas de las mejores que me he cogido, pero no va a pasar más entre nosotros, regresaré a Chicago y espero por tu bien que no se te ocurra seguirme.
— ¿Por qué eres tan cruel? Tú solo me usas a tu antojo ¿es eso? –asentí con insistencia.
— ¡Sí! Yo nunca seré de una sola mujer ¿sabes por qué? Porque no existe una mujer que satisfaga todo lo que necesito, el amor es para idiotas y créeme que yo soy todo menos que eso.
— Yo puedo satisfacerte –se pone de rodillas en la cama y toma las solapas de mi saco –. Tú lo dijiste, fui una de las mejores que has tenido, haré todo lo que desees, dame la oportunidad – tomé sus man