Bastián. -
Estaba como un león enjaulado caminando por mi oficina era la décima vez que marcaba el número de Elizabeth y me llevaba al buzón. Bella tampoco aparecía por ningún lado y en este punto ya pensaba lo peor.
— Jefe las imágenes de las cámaras del colegio de su hija –Ben reprodujo las imágenes en el pantalla plana, se observa claramente como Elizabeth acompaña a Mila hasta la puerta del colegio conversa solo unos segundos con la profesora y luego se sube a su auto, el celular de Ben suena, siento como la ansiedad va en aumento, noto como el rostro de mi asistente palidece.
— ¿Qué pasa?
— Encontraron el auto de la señora a un lado de la carretera a 5 kilómetros del colegio no había nadie dentro – siento como el piso se mueve bajo mis pies, me apoyo sobre mi escritorio aflojando mi corbata, esto no puede estar pasando.
— ¿Dónde diablos estaban los guardaespaldas? –pregunto con los dientes apretados.
— Tampoco aparecen jefe –golpeó el escritorio con fuerza, mi celular repic