Tatiana. -
— Tu hija sabe de nosotros ¿y si venia de decirle algo a tu marido? – escucho la voz de Dilan tras de mí, mientras yo estaba intentando sopesar las palabras de Elizabeth.
— ¡Cállate! Si Thomas supiera habría salido furioso de la oficina buscándonos, lo que quiero saber ahora es ¿cómo Elizabeth supo todo? – doy dos pasos con la mirada fija en el suelo, pensando en cómo neutralizarla.
— Ya me estoy hartando de cómo me tratas Tatiana, no eres mi jefa – me giro hacia él sorprendida de su arrebato –. No me das miedo, soy tu amante no tu esclavo, arréglatelas solas – sale de la oficina azotando la puerta pero ¡¿Qué mierda?! ¿desde cuándo los pájaros les tiran a las escopetas?
Me tumbo en mi sillón. Hasta ahora todo iba viento en popa. Mis planes para dar el último golpe en la empresa estaban casi listo y así poder irme a las islas caimán con Dilan y ser feliz sin ataduras. Olvidándome de todo, pero ahora con esa amenaza de Elizabeth las cosas pueden ser complicadas. Sé que n