Capítulo 23/ El precio que tendrás que pagar.
Cataleya se despidió del ama de llaves con una angustia en su corazón, pues jamás en su vida se había sentido tan desprotegida como en aquel momento mientras que, en Georgia, Frank pasaba el umbral de la residencia de los Mattson con la misma sensación.
Cualquier persona se siente cómoda y acogida al regresar a su hogar, pero entre las paredes de aquella mansión sureña con sus elegantes acabados, sus colores pasteles y repleta de obras de arte, Frank se sentía como en el infierno.
En el gran salón Frank se detuvo en seco al encontrarse con la figura de una elegante mujer de cabellos dorados y tez pálida. En sus manos ella sostenía una revista de cotilleos.
-Tus escándalos me hacen recordar porque nunca estuviste a la altura de esta familia.-soltó Corinne Mattson antes de girarse para ver a su hijo.
-¿Cómo sabías que había llegado?
-Infelizmente una madre siempre puede oler a sus cachorros, aunque algunos de ellos apeste a fracaso.-respondió con una sonrisa caminando hacia Frank.